La APDN se reune todos los jueves a las 18:30 en la Facultad de Trabajo Social
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lunes, 26 de julio de 2010

Jornada de Lucha - Nuevo día



Las actividades de la Jornada Cultural se suspendieron por el día lluvioso del domingo. El próximo encuentro será este sábado 31 de julio. Siguen todxs invitadxs.

miércoles, 21 de julio de 2010

A 2 años seguimos construyendo un mundo sin violencia


El próximo domingo, 25 de julio, se cumplen dos años del ataque en Plaza San Martín, a un grupo de niños y niñas en situación de calle, por un grupo parapolicial. No queremos dejar pasar esta fecha, tan significativa para la APDN, para seguir denunciando que la violencia no ha cesado, que se pronuncia en los apremios ilegales de la policía, en el tratamiento criminalizador que los medios continuan dando a la Niñez y en el abandono del Estado, que lejos de implementar la Ley 13.298 y asegurar los derechos de todos nuestros pibes y pibas, vacía los programas destinados a ell@s de presupuesto y propone la baja de la edad de imputabilidad, dejando de manifiesto que las únicas politicas que propone son las de castigo y encierro.

Los invitamos a participar en esta Jornada de alegría y lucha y a compartir juntos una chocolateada, murga, titeres, taller de cerámica y mucho más el Domingo 25 a partir de las 15hs en Plaza San Martin...

Los esperamos...

Y afuera hace tanto frío


Por Silvana Melo

María de los Angeles sabía que éste no era un mundo para María Luz. Menos aún cuando le había tocado afrontar uno de los inviernos más crudos de Chilecito en lo que intentaba que fuera su casa, de techo de lona y paredes de nylon en un asentamiento del barrio Pomán Norte. Este jamás podía ser mundo para ella, pero lo mismo le puso Luz, como su madre le cargó el Angeles, siguiendo siempre a María. Como arrojando a tientas una señal al cielo, a veces tan lejano de la última gente, la gente de los fondos, de las profundidades de este mundo que, estaba segura, no era para María Luz.

El frío vino bravo este año. Las garrafas desaparecieron y las pocas de las que supo eran demasiado caras para su penuria crónica. Apenas unas ramas, un carbón y el brasero de fueguito tímido que no alcanza para el calor ni para entibiar algo de comer. El invierno fue demasiado para los dos meses de María Luz, que sabía en su fragilidad que éste no era un mundo para ella. Le costaba respirar cuando su madre llegó al hospital. Había aspirado monóxido de carbono y le había tomado frío, mucho frío, tanto frío.

Quince se murieron de invierno ya en el país, mientras la nevada es fiesta en La Angostura y Las Leñas y es suplicio para centenares de miles de niños que sienten agujas en los huesos y bajo cero en la panza y un estilete helado que entra en la noche por las heridas de la ventana y los tajos del techo, cuando hay.

María Luz se quedó quietita en el Hospital y María de los Angeles se volvió a sus paredes de nylon del Pomán Norte. Sin Luz ni Angeles. Ni María.

Hace unos años las llamaron “garrafas sociales”. Estaban subsidiadas para que los pobres las pudieran comprar a 16 pesos. Pero invariablemente sucede un loco fenómeno: en el invierno desaparecen. Y millones comienzan a pasar frío despacito, a medida que junio se desvanece y julio entra a los golpes, como si se pusiera botas y uniforme. Entonces María Luz y sus hermanos de Chilecito y las Marías Luces de Salta, de Jujuy, de Santa Fe, de Buenos Aires empiezan a helarse desde los huesos al alma y a comer lo que hay frío y a no tener una leche que queme la garganta y como los pulmones ya venían debiluchos porque este mundo no parece ser para las Marías Luces ni para sus hermanitos de la cabeza a los pies de este país aparece la tos y el espasmo y todo lo que podía evitarse si el Estado agendaba que las garrafas tienen que estar a 16 pesos en invierno y no desaparecer como por pases de magia o costar de pronto 50 pesos para que se convierta en oro para el pobre.

Hace tres meses que las garrafas sociales -la calefacción y la cocina para dos millones de familias- empezaron a ausentarse de almacenes y despensas. No hubo medidas de emergencia ni decretos presidenciales ni campañas mediáticas ni gritos pelados de los opositores. Los que nunca tienen nada, los que nunca tienen voz, emprendieron un peregrinaje fatigoso a pie o en bicicleta en busca de una garrafa de diez kilos que después había que traer, si es que aparecía. Cuadras y cuadras. Kilómetros. Las inspecciones -que aparecen en julio, con la publicitada ola polar que se apagará en los medios ante el primer crimen en el conurbano- descubrieron que las pocas que hay tienen menos gas del que anuncian las etiquetas y de menor calidad. La llamita es anaranjada y se acaba pronto. Aunque cueste 35 pesos y no 16. Aunque haya costado lágrimas y cuerpo y el presupuesto de la semana traerla a casa.

“La capacidad de suministro a la población es sólo del 20% de la demanda actual”, dice el Defensor del Pueblo. Y todos piden que actúe la Secretaría de Energía y el Ministerio de Planificación, pero los escritorios están muy templados y circula el café caliente y la pobreza está tan lejos, tan lejos de los expedientes y de los grandes temas que para qué. Para qué si con una firma se destraba pero el invierno se acaba en un par de meses y los pobres están curtidos y los hospitales públicos abarrotados de neumonías y bronquiolitis y los que se mueren, al fin y al cabo son los que no están hechos para este mundo. Como María Luz o su vecino, el jubilado que era sereno de una cochera de Chilecito.

"En los lugares donde antes se llevaban las garrafas una o dos veces por semana ahora se lleva una vez cada 15 o 20 días. En muchos lugares donde se llevaban 100 garrafas se están llevando 10. En los casos en que sí se consigue la garrafa los precios son de 30, 40, 50 y hasta 60 pesos", dice la Defensoría del Pueblo de la Nación. El 80 por ciento de los comercios vende la garrafa “fuera del precio regulado” y el 72 por ciento con algún nivel de adulteración, viejas, sin las mínimas normas de seguridad.

Los que tienen frío, los que nunca tuvieron nada, los que se quedaron sin voz desde el principio de esta historia, salen a buscar leña por los baldíos. O prenden fueguitos en braseros con carbón. Los olvidados de esta tierra están condenados a hacer calor con veneno. A encerrarse para que la tibieza no se vaya. Y a dormirse con el fantasma más traicionero. El monóxido de carbono les arena los pulmones y les apaga el cerebro. La gente se muere de invierno en estas tierras. De frío y de calores mentirosos. En suelos por donde corre el gas. En casas por donde pasa la red de gas natural pero la conexión cuesta 2.000 pesos. En un país donde está todo. Pero la mayoría mira el banquete a través del vidrio empañado por millones de alientos. Desde una calle donde la noche destraba las heladas. Y demasiados este invierno sienten que este mundo no era para ellos. Que está hecho para pocos. Y afuera hace tanto, tanto frío.

Fuentes de datos:
Diarios Edición 10, Santa Fe - El Tribuno, Jujuy - La Nación y DiarioChilecito.com, La Rioja.


Gentileza de: Agencia Pelota de Trapo
http://www.pelotadetrapo.org.ar/

jueves, 15 de julio de 2010

Más apremios ilegales, impunidad y mano dura en La Pampa

La Asamblea Permanente por lo Derechos de la Niñez de General Pico volvió a denunciar el accionar represivo de las fuerzas de seguridad provincial, mientras todavía siguen impunes los crímenes de varios menores dentro de las cárceles. Exigen la renuncia del gobernador Oscar Jorge y desafían con escrachar a los uniformados si la justicia no avanza.

En una conferencia de prensa en La Pampa, integrantes de la Asamblea Permanente por los Derechos de la Niñez de General Pico denunciaron que efectivos de la Comisaría Primera golpearon a varios menores durante el último fin de semana, un hecho enmarcado en el accionar represivo y las políticas de mano dura provincial.

Raquel Barabaschi, Manuel Lazarte y Ricardo De Udaeta, miembros de la Asamblea, anticiparon que si los casos no son investigados por la Justicia comenzarán a escrachar a los policías golpeadores. También anunciaron movilizaciones para las próximas semanas para repudiar el crimen del menor Juan Carlos Fernández, quemado en la Comisaría Cuarta de General Pico y luego fallecido en Buenos Aires a causa de las heridas.

Barabaschi denunció esta mañana  que el viernes, la Policía detuvo a su sobrino de quince años, quien fue demorado en inmediaciones de calles 11 y 20. Según indicó, los agentes trasladaron al menor hasta la Comisaría Primera donde fue golpeado, en un hecho certificado en el Hospital Centeno.

También se hizo mención al caso de un menor de 17 años, a quien los uniformados levantaron en la calle y dentro del patrullero lo fueron “cacheteando” y humillando hasta llegar a la Cuarta.

Desde junio del año pasado los hechos de brutalidad policial vienen en aumento en La Pampa. Algunos casos ya fueron informados por este medio, como el de Matías Ramos (26), quien murió en manos de la policía de Eduardo Castex, o el más reciente de Oscar Fabián Berot (22), luego de estar internado con graves quemaduras sufridas durante el incendio de su celda, en una cárcel de General Acha.

De Udaeta manifestó a Política&Medios que la situación en La Pampa “es terrible”, “puntualmente porque la Policía levante pibes, los demora y los golpea de una manera sistemática y amparada en la figura de actitud sospechosa. De junio a esta parte, tenemos dos pibes prendidos fuegos y el ministro de Gobierno y Justicia (Cesar Rodríguez) todavía sigue en sus funciones”.

El asambleísta advirtió al respecto que “lo más terrible es que se los levanta por actitud sospechosa en un hecho arbitrario, ya que queda a criterio de la Policía y, generalmente, lo sospechoso en La Pampa es tener una gorrita, tener rastas o andar en patineta”.

Al momento de señalar responsables políticos, De Udaeta no sólo apuntó contra el ministro Rodríguez, sino también contra el propio gobernador Oscar Jorge (foto). “Lo más preocupante es que en esta provincia no haya nadie que controle a las fuerzas de seguridad, por lo que quedamos a merced del olfato policial”, se lamentó.

“El criterio es bastante claro –continuó De Udaeta-. Quieren instalar como enemigo público a los jóvenes y niños, que es una cosa terrible, y por eso hacemos cargo de esto al gobernador y al ministro, que siguen en sus función a pesar de la cantidad de pibes que han recibido apremios ilegales bajo este mandato”.

Además, planteó una profunda preocupación porque “la Justicia no avanza” y aseguró que la “única alternativa que nos queda es ir a escrachar a los policías que golpean a los pibes”.

“El Gobierno nacional debería pedir a La Pampa que adhiera a la ley de Promoción y Protección de Derechos de la Niñez y que haga un pedido de informes, porque hace 7 meses que prendieron fuego en la Comisaría Cuarta a Juan Fernández y todavía estamos esperando justicia”, concluyó el asambleísta.

Por su parte, Raquel Barabaschi, tía de una de las últimas víctimas, confirmó la presentación de una denuncia ante la fiscalía Nº 3 de turno por los golpes recibos por su sobrino.

“Los levantaron los de Comisaría Primera, los llevaron, les pegaron y los esposaron con las manos atrás. Cuando lo llaman a mi hermano, le quieren hacer firmar un acta que implicaba que no reclamaría en contra de los policías”, relató a P&M.

Para Barabaschi, la sociedad pampeana “es muy pasiva”, ya que “no puede ser que en una provincia de 360 mil habitantes mueran dos chicos quemados en dos comisarías en menos de un año y no haya un reclamo masivo, mientras que la Secretaría de Derechos Humanos no hace nada”.

Gentileza de: Política y medios
                                                                                                                                                                      http://www.politicaymedios.com

Elías

Por Claudia Rafael

 La noche suele ser peor porque hay que quedarse quieto. Ni correr ni saltar con las piernas abiertas para ver si bailotea la tierra del piso. A la noche hay que dormir. Taparse hasta la nariz para que el frío que se cuela por la rajadura esquinera -la que su madre intentó neutralizar con bollos de noticias viejas- no le hiele la frente. Cuando el sueño no viene mira la humedad del techo cruzado por tirantes que lo sostienen. Las manchas son el cuento que no le cuentan para dormir. Ahora son duendes altibajos. En cinco minutos, un ejército godo. Al rato, un león acechando a una cigüeña.

El problema es la tos. Que no se va nunca. “Ese catarro”, le dice la madre. Y la frazada, testigo inerme, va soltando hilachas a medida que los días y los meses pasan.

La historia de Elías, que alguna vez garabateó que el sueño más grande en la vida era “tener una casa con baño adentro”, es la de millones de rostros anónimos. Escritos con dolor en cada uno de los vericuetos de un país que dice festejarse libre de todo coloniaje. Rompedor de cadenas. Oíd mortales el llanto de los Elías de cabellos revueltos cuando las noches no tienen más que un matecocido aguachento.

La última encuesta de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina desnuda que, al menos, el 36 por ciento de las viviendas no tiene cloacas. Que el 20 por ciento no tiene acceso a las redes de gas. Que el 21 por ciento no tiene calles con pavimento y que el 27 por ciento vive en terrenos o calles inundables. Y la vida suele hundirse demasiadas veces en el fango.

Lejos, muy lejos de los senderos perdidos de oropeles y gloria Argentina festeja sus 200 años. Ajena a aquella independencia social, económica y política que buscaban los antiguos hacedores de la América Latina grande y profunda que murieron mayoritariamente asesinados o exiliados. Con la utopía deshaciéndose en pedazos.

La encuesta puso la mirada sobre la Argentina urbana actual en la que el 12 por ciento de los hogares y el 17 por ciento de la población viven en una casa a la que llaman “irregular”. Esa irregularidad manifiesta se traduce como vivienda en villa miseria, asentamiento popular sin regularización, ocupación de hecho de casas o edificios, conventillo u hotel de pensión pública.

Argentina contradictoria si las hay. Pujante y rica para algunos pocos. Paradójica y marginal para millones. Esta situación -dice el informe- es explicable “en el contexto de condiciones estructurales de pobreza y de ausencia de un plan real de construcción de viviendas populares para los sectores marginados”.

Desde 2003 a la fecha -sigue el estudio- “mejoró de manera significativa el porcentajes de hogares urbanos con acceso a agua corriente, red de gas, desagües pluviales, cloacas y calles pavimentadas, al mismo tiempo, casi sin variaciones, el 11% de los hogares no cuenta con un baño con retrete con descargada de agua, un 12% sufre hacinamiento (3 o más personas por dormitorio), un 16% experimenta riesgo alimentario (estimado en un 11% a partir de la Asignación Universal por Hijo), el 22% sufre de exclusión laboral severa (trabajos informales de indigencia o desempleo abierto), el 24% sufre riesgo de alto malestar psicológico y el 27% no logra tener un proyecto más allá del día a día”.

Hay vidas jugadas en cada percentil. Hay pibes arrastrados por ríos enteros de inequidad. La exclusión marca muerte y define territorios. Las estructuras habitacionales endebles y carentes de servicios abonan enfermedades transmitidas por el agua contaminada. Bebés y chicos pequeños suelen ser la presa preferida de las patologías infectocontagiosas.

La Argentina reluciente en contradicciones a los 200 años de su nacimiento, mira atónita cómo casi una de cada tres familias “resulta al menos prescindible a nivel económico y social”.

Desechables, prescindibles, eliminables. Una de cada tres familias. La tercera parte del total de las familias del país es considerada por el sistema como innecesaria. Ajena a los designios de una patria de utopías.

Mientras tanto, Elías se sigue durmiendo con la frazada deshilachada hasta la nariz. El frío se cuela. Pero también los brazos usurpadores de vida que lo consideran desechable.

Gentileza de: Agencia Pelota de Trapo
http://www.pelotadetrapo.org.ar/

miércoles, 14 de julio de 2010

Imágenes Violentadas: niños, niñas y adolescentes en los medios de La Plata.

Apoyándose en investigaciones previas, la Asamblea Permanente por los Derechos de la Niñez realizó su propio relevamiento sobre la construcción de la imagen de niño, niña y adolescente en los diarios El Día y Hoy de La Plata durante julio de 2008.
La principal conclusión es que estos medios, sobre todo a través de sus secciones policiales, niegan las múltiples posibilidades de ser niño, niña o adolescente y buscan remarcarl@s sólo como delincuentes, peligros@s o violent@s.
// Con respecto a la caracterización de los niños, niñas y adolescentes existe una tendencia a utilizar adjetivos peyorativos (un 53 por ciento) por sobre términos no peyorativos.
//Construyen imágenes alrededor de sujetos que son “precoces delincuentes” (y por lo tanto, futur@s delincuentes) olvidad@s por sus familias (ya que estas no aparecen citadas en la mayoría de las notas), reunid@s en “bandas” organizadas para cometer delitos y que el estado no es capaz de encerrar de manera efectiva.
// Los medios fuerzan el tratamiento, dentro de las secciones policiales, de notas que por sus características deberían ser tratadas como Información General (por ejemplo, en el caso de problemas de drogadicción).
// La reiterada utilización de fotos de archivo para diversos hechos, es una práctica peligrosa que tiende a la fijación de determinadas imágenes estereotipadas. Además de “marcar” a determinados sujetos por sus características físicas.
// Se registra la utilización de términos cargados de valoraciones negativas, planteos discriminatorios y prejuiciosos: cómplices, compinche, precoz delincuente, pequeno ladron, pibes chorros, “la denominada banda…”. ¿Denominada, así, por quién? ¿Cómo se construyen estas imágenes? Lamentablemente, son l@s trabajador@s explotad@s de estas empresas mediáticas quienes construyen figuras inexactas, reproduciendo las voces de quienes ponen el valor de la propiedad por sobre las personas.
// En el tratamiento de noticias que implican a niños, niñas o adolescentes “Se recurren a seudónimos o sobrenombres, para que cuando pasen una cantidad significativa de hechos de la misma persona la sociedad pueda identificarlos, que es en definitiva lo que pretendemos” Esto es reconocido con naturalidad por el Jefe de la Sección Policiales del Diario El Día, en este fragmento de entrevista realizada en junio pasado.
Los medios, entre los dos paradigmas desde donde se concibe la niñez: el de la promoción y protección integral de sus derechos y el de patronato, se ubica claramente en el de patronato, propiciando medidas de encierro como solución a diversas situaciones de vulneración de derechos.
Es clara la intención de “policializar” la situación de vulneración de derechos que sufren los niños implicados y las niñas implicadas en las noticias.
Pero esto no sólo sucede en los medios privados, hace pocas semanas desde Radio Provincia se censuró y se intentó despedir a dos periodistas por una entrevista a Ricardo Casal en la que se le preguntó por las trabas en la causa que investiga la desaparición de Luciano Arruga, de 17 años, a manos de la policía. Esto prueba que el gobierno provincial de Daniel Scioli pretende ocultar la represión estatal hacia los sectores pobres y con mayor dureza contra la juventud.
Está en nosotr@s modificar esta situación: si las organizaciones sociales, los trabajadores, las trabajadoras de prensa y oyentes/lector@s de los diferentes medios luchamos por conquistar los derechos que posibiliten una comunicación democrática y popular.

Ningún pibe nace chorro
Ninguna piba nace chorra
Basta de criminalizar la niñez, la adolescencia y la pobreza.

Adherimos a la manifestación contra la precarización laboral y la censura en los medios, convocada por el Colectivo de Trabajadores de Prensa.
Este jueves 15 a las 12hs, frente al Ministerio de Trabajo (calle 7 e/39 y 40)