La Asamblea Permanente por lo Derechos de la Niñez de General Pico volvió a denunciar el accionar represivo de las fuerzas de seguridad provincial, mientras todavía siguen impunes los crímenes de varios menores dentro de las cárceles. Exigen la renuncia del gobernador Oscar Jorge y desafían con escrachar a los uniformados si la justicia no avanza.
En una conferencia de prensa en La Pampa, integrantes de la Asamblea Permanente por los Derechos de la Niñez de General Pico denunciaron que efectivos de la Comisaría Primera golpearon a varios menores durante el último fin de semana, un hecho enmarcado en el accionar represivo y las políticas de mano dura provincial.
Raquel Barabaschi, Manuel Lazarte y Ricardo De Udaeta, miembros de la Asamblea, anticiparon que si los casos no son investigados por la Justicia comenzarán a escrachar a los policías golpeadores. También anunciaron movilizaciones para las próximas semanas para repudiar el crimen del menor Juan Carlos Fernández, quemado en la Comisaría Cuarta de General Pico y luego fallecido en Buenos Aires a causa de las heridas.
Barabaschi denunció esta mañana que el viernes, la Policía detuvo a su sobrino de quince años, quien fue demorado en inmediaciones de calles 11 y 20. Según indicó, los agentes trasladaron al menor hasta la Comisaría Primera donde fue golpeado, en un hecho certificado en el Hospital Centeno.
También se hizo mención al caso de un menor de 17 años, a quien los uniformados levantaron en la calle y dentro del patrullero lo fueron “cacheteando” y humillando hasta llegar a la Cuarta.
Desde junio del año pasado los hechos de brutalidad policial vienen en aumento en La Pampa. Algunos casos ya fueron informados por este medio, como el de Matías Ramos (26), quien murió en manos de la policía de Eduardo Castex, o el más reciente de Oscar Fabián Berot (22), luego de estar internado con graves quemaduras sufridas durante el incendio de su celda, en una cárcel de General Acha.
De Udaeta manifestó a Política&Medios que la situación en La Pampa “es terrible”, “puntualmente porque la Policía levante pibes, los demora y los golpea de una manera sistemática y amparada en la figura de actitud sospechosa. De junio a esta parte, tenemos dos pibes prendidos fuegos y el ministro de Gobierno y Justicia (Cesar Rodríguez) todavía sigue en sus funciones”.
El asambleísta advirtió al respecto que “lo más terrible es que se los levanta por actitud sospechosa en un hecho arbitrario, ya que queda a criterio de la Policía y, generalmente, lo sospechoso en La Pampa es tener una gorrita, tener rastas o andar en patineta”.
Al momento de señalar responsables políticos, De Udaeta no sólo apuntó contra el ministro Rodríguez, sino también contra el propio gobernador Oscar Jorge (foto). “Lo más preocupante es que en esta provincia no haya nadie que controle a las fuerzas de seguridad, por lo que quedamos a merced del olfato policial”, se lamentó.
“El criterio es bastante claro –continuó De Udaeta-. Quieren instalar como enemigo público a los jóvenes y niños, que es una cosa terrible, y por eso hacemos cargo de esto al gobernador y al ministro, que siguen en sus función a pesar de la cantidad de pibes que han recibido apremios ilegales bajo este mandato”.
Además, planteó una profunda preocupación porque “la Justicia no avanza” y aseguró que la “única alternativa que nos queda es ir a escrachar a los policías que golpean a los pibes”.
“El Gobierno nacional debería pedir a La Pampa que adhiera a la ley de Promoción y Protección de Derechos de la Niñez y que haga un pedido de informes, porque hace 7 meses que prendieron fuego en la Comisaría Cuarta a Juan Fernández y todavía estamos esperando justicia”, concluyó el asambleísta.
Por su parte, Raquel Barabaschi, tía de una de las últimas víctimas, confirmó la presentación de una denuncia ante la fiscalía Nº 3 de turno por los golpes recibos por su sobrino.
“Los levantaron los de Comisaría Primera, los llevaron, les pegaron y los esposaron con las manos atrás. Cuando lo llaman a mi hermano, le quieren hacer firmar un acta que implicaba que no reclamaría en contra de los policías”, relató a P&M.
Para Barabaschi, la sociedad pampeana “es muy pasiva”, ya que “no puede ser que en una provincia de 360 mil habitantes mueran dos chicos quemados en dos comisarías en menos de un año y no haya un reclamo masivo, mientras que la Secretaría de Derechos Humanos no hace nada”.
En una conferencia de prensa en La Pampa, integrantes de la Asamblea Permanente por los Derechos de la Niñez de General Pico denunciaron que efectivos de la Comisaría Primera golpearon a varios menores durante el último fin de semana, un hecho enmarcado en el accionar represivo y las políticas de mano dura provincial.
Raquel Barabaschi, Manuel Lazarte y Ricardo De Udaeta, miembros de la Asamblea, anticiparon que si los casos no son investigados por la Justicia comenzarán a escrachar a los policías golpeadores. También anunciaron movilizaciones para las próximas semanas para repudiar el crimen del menor Juan Carlos Fernández, quemado en la Comisaría Cuarta de General Pico y luego fallecido en Buenos Aires a causa de las heridas.
Barabaschi denunció esta mañana que el viernes, la Policía detuvo a su sobrino de quince años, quien fue demorado en inmediaciones de calles 11 y 20. Según indicó, los agentes trasladaron al menor hasta la Comisaría Primera donde fue golpeado, en un hecho certificado en el Hospital Centeno.
También se hizo mención al caso de un menor de 17 años, a quien los uniformados levantaron en la calle y dentro del patrullero lo fueron “cacheteando” y humillando hasta llegar a la Cuarta.
Desde junio del año pasado los hechos de brutalidad policial vienen en aumento en La Pampa. Algunos casos ya fueron informados por este medio, como el de Matías Ramos (26), quien murió en manos de la policía de Eduardo Castex, o el más reciente de Oscar Fabián Berot (22), luego de estar internado con graves quemaduras sufridas durante el incendio de su celda, en una cárcel de General Acha.
De Udaeta manifestó a Política&Medios que la situación en La Pampa “es terrible”, “puntualmente porque la Policía levante pibes, los demora y los golpea de una manera sistemática y amparada en la figura de actitud sospechosa. De junio a esta parte, tenemos dos pibes prendidos fuegos y el ministro de Gobierno y Justicia (Cesar Rodríguez) todavía sigue en sus funciones”.
El asambleísta advirtió al respecto que “lo más terrible es que se los levanta por actitud sospechosa en un hecho arbitrario, ya que queda a criterio de la Policía y, generalmente, lo sospechoso en La Pampa es tener una gorrita, tener rastas o andar en patineta”.
Al momento de señalar responsables políticos, De Udaeta no sólo apuntó contra el ministro Rodríguez, sino también contra el propio gobernador Oscar Jorge (foto). “Lo más preocupante es que en esta provincia no haya nadie que controle a las fuerzas de seguridad, por lo que quedamos a merced del olfato policial”, se lamentó.
“El criterio es bastante claro –continuó De Udaeta-. Quieren instalar como enemigo público a los jóvenes y niños, que es una cosa terrible, y por eso hacemos cargo de esto al gobernador y al ministro, que siguen en sus función a pesar de la cantidad de pibes que han recibido apremios ilegales bajo este mandato”.
Además, planteó una profunda preocupación porque “la Justicia no avanza” y aseguró que la “única alternativa que nos queda es ir a escrachar a los policías que golpean a los pibes”.
“El Gobierno nacional debería pedir a La Pampa que adhiera a la ley de Promoción y Protección de Derechos de la Niñez y que haga un pedido de informes, porque hace 7 meses que prendieron fuego en la Comisaría Cuarta a Juan Fernández y todavía estamos esperando justicia”, concluyó el asambleísta.
Por su parte, Raquel Barabaschi, tía de una de las últimas víctimas, confirmó la presentación de una denuncia ante la fiscalía Nº 3 de turno por los golpes recibos por su sobrino.
“Los levantaron los de Comisaría Primera, los llevaron, les pegaron y los esposaron con las manos atrás. Cuando lo llaman a mi hermano, le quieren hacer firmar un acta que implicaba que no reclamaría en contra de los policías”, relató a P&M.
Para Barabaschi, la sociedad pampeana “es muy pasiva”, ya que “no puede ser que en una provincia de 360 mil habitantes mueran dos chicos quemados en dos comisarías en menos de un año y no haya un reclamo masivo, mientras que la Secretaría de Derechos Humanos no hace nada”.
Gentileza de: Política y medios
http://www.politicaymedios.com
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