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domingo, 25 de abril de 2010

Los tropiezos de las matemáticas

Por Claudia Rafael

(APe).- Los números suelen dar un cierto escozor cuando se habla de fragilidades. Pareciera que las matemáticas no fueron creadas para pincelar el dolor. Es como que uno, con razones vastas, se resiste a medir con un centímetro, una curva de Gauss o una tabla con porcentajes qué le ocurre a un niño cuando la desnutrición o la lentitud para el aprendizaje lo ponen en la mira. Un gráfico de barras no tiene rostro, ni sonrisa ni un par de ojos que acusen a los responsables de sólo mirar.

Los números que dio el director ejecutivo de la Anses, Diego Bossio, hablan de que un “91 por ciento de los chicos argentinos reciben cobertura del Estado”. Y definió que “hoy en la Argentina existe un piso de seguridad social”.

Pero más allá de ese porcentaje, Bossio dio una serie de precisiones sobre las cifras de esa cobertura social. Dijo que “cinco millones se encuentran cubiertos por padres con empleo formal; otro millón y medio son hijos de padres con seguro de desempleo, jubilados o pensionados, o cubiertos por pensiones no contributivas; y otro millón son hijos de autónomos. A ellos se les suman más de 3,5 millones que cobran la Asignación Universal, lo que demuestra que hoy en la Argentina existe un piso de seguridad social”.

Primera cuestión: la suma total es de once millones. Si los chicos con menos de 18 años en el país son 13 millones y medio, la cobertura social alcanza al 81.48 por ciento.

Sin embargo, esto que el mismo Bossio definió como “la medida más revolucionaria de los últimos 50 años” al cierre del encuentro del Consejo de Niñez pareciera tener algunos lados endebles a la hora de -una vez más- los números que, a pesar de su frialdad, revelan demasiado.

Por fuera de los cinco millones con empleo formal que cobran una asignación por hijo de 180 pesos, hay un millón y medio que perciben seguro de desempleo, jubilación, pensión o pensión no contributiva y que cobran la asignación salarial. Sólo que hay un detalle fundamental: el seguro de desempleo tiene un piso de 200 pesos y un techo de 400. Y se cobra por un período que va desde dos meses a un año como máximo. Después, si no aparece del otro lado del túnel de esa feroz indigencia (¿acaso se puede llamar de otro modo a la situación en que queda una familia que se mantiene con el subsidio por desempleo?) una lucecita de trabajo, irrumpe la nada más absoluta.

También hay quienes -en ese universo- cobran la pensión no contributiva. Las madres con siete o más hijos cobran algo más de 800 pesos. Eso sí, temblando para que el crecimiento de sus cachorros no rompa el equilibrio que la llevó a que fueran siete con menos de 18 años.

Sin contar, a los 3,5 millones que cobran la asignación universal y a quienes con un máximo de cinco hijos les llegan mes a mes la abultadísima cifra de 720 pesos al mes. Más el premio al final del año de 432 pesos más por cada uno siempre y cuando los chicos tengan todas las vacunas y hayan asistido regularmente a clases. A veces esas familias tienen la desgracia de contar con más de un chico que todavía usa pañales. Que si se cambian entre cinco y seis veces al día les rebanan en un solo gesto 400 o 500 pesos y apenas quedan algo más de 200 para la leche, el pan, la harina o el arroz.

El director del Anses, Diego Bossio dijo que la medida más revolucionaria de los últimos 50 años otorga cobertura social al 91 por ciento de los chicos argentinos. A once millones, insistió. “Ni siquiera en Suiza es así”, dijo entre ironías la referente de un hogar convivencial de La Plata.

El gráfico de barras tendrá grandes dificultades para incluir la mesa endeble del mediodía en casa de una de esas tantas madres solas con siete hijos. Para pincelar entre las curvas de un plano los ojos rasgados de una piel morocha que miran con deseo del otro lado de una vidriera con juguetes. Para contener las manos cansadas de un pibe que carga más y más cartones en el carrito de la bicicleta. Las matemáticas suelen tener esos tropiezos. No alcanzan a transparentar con signos y ángulos los dolorosos días de quienes miran la vida desde la ventanita de una casa edificada con cajones de frutas.

A pesar de que se enuncie, junto a los números, que estamos siendo protagonistas de la medida más revolucionaria de los últimos 50 años.

Gentileza de: Agencia Pelota de Trapo
http://www.pelotadetrapo.org.ar/

miércoles, 14 de abril de 2010

¿Por qué una carta abierta?

Compartimos aquí la segunda columna de la APDN en RAP - Colectivo de colectivos - del día 14 de abril. En esta ocasión, se realizó un análisis sobre la carta abierta escrita hace unos días por la asamblea a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Pcia. de Bsas.


Alitas flacas

Por Silvana Melo

(APe).- De vez en cuando el hambre -que es un inquilino persistente- pega un salto y queda puesto a la luz, en tiempos en que se pagan las deudas hacia fuera con reservas.

En tiempos de prioridades claras -ser un buen deudor maquilla mejor la cara vuelta hacia el mundo que recortar hasta el mínimo las hambres de los pequeños compatriotas- como un flash aparece en los medios masivos que nueve millones de chicos tienen panza vacante en la Argentina. Y que unos cuantos miles se mueren al año por desnutrición. Bastante más de lo que mata la delincuencia. Bastante más de los que mueren bajo la bala o el cuchillo de su vecino o pariente. Pero el hambre suele ser apenas un flash. Y la sangre se pasea como invitada central todo el día por todas las pantallas.

Hay muertes y muertes. Como hay prioridades. Pero es tan criminal una como la otra. Es un crimen tan crimen dejar morir a un niño por hambre y su ejército de consecuencias como el gatillo apretado hacia una espalda. Los dos pueden no suceder si alguien -o alguienes- decide que va a evitarlos.

Pero en todas partes hay prioridades y se opta con precisión inexorable. El Estado prefiere utilizar fondos acumulados en el Banco Central para deshacerse de endeudamientos externos. Opta por no utilizarlos con intención de distribuir los recursos con justicia, aumentar el universo y la cifra de la asignación por hijo y provocarle al hambre una encerrona y un susto considerables.

Son prioridades. Los grandes multimedios optan por difundir hasta la descompostura, el desconsuelo y la paranoia un crimen. Y cajonear el otro. Porque uno permite cobrar más caro el segundo para los azorados boquiabiertos que miran para temer. Y el otro provoca la mudanza hacia pantallas de crímenes contantes, sonantes y sangrantes.

Hay que saber lo que es cuando el hambre duele en la panza. Una definición estricta es la sensación que indica la necesidad de alimento. El glucógeno, la reserva de energía que guarda sabiamente el hígado para ocasiones fortuitas en que no se come, comienza a escasear. Entonces la panza duele de a puntadas, de a contracciones. Cuando no se come por días -o se come muy poquito- comienza a doler todo el tiempo.

Cuando un pibe se muere por desnutrición tiene que punzar en el vientre entero del país.

El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina pone sobre la mesa los números: el 53 por ciento de los chicos de hasta doce años pertenece a un hogar con problemas para cubrir sus consumos mínimos de alimentación, vestimenta, salud y servicios básicos. Cruzados los datos con las cifras poblacionales del INDEC, surge que nueve millones de niños pasan hambre en un país con alimentos para 400 millones de personas. Que miles se mueren al año por desnutrición. En el país de la carne y los cereales.

La peor de las paradojas. La más cruel de las contradicciones. La foto brutal de las prioridades. De las panzas que duelen. Y de las que no.

La FAO asegura que la Argentina, con el 0,65 % de la población mundial, produce el 1,61% de la carne y el 1,51% de los cereales del mundo. Puede dar de comer a dos Argentinas. Pero una partecita se indigesta con manjares y el resto mira el banquete desde la calle.

Las prioridades y la equidad pasan por la vereda de enfrente de las necesidades de los niños. La asignación por hijo es estrecha y exigua. Exige la escolaridad para acceder a ella y las aulas han comenzado a poblarse de pequeños desertores asombrados que se asoman a ese terreno desconocido. Pero la provincia de Buenos Aires vuelve a recortar los cupos en los comedores a partir del 5 de abril. Asegurando que la asignación por hijo podó la pobreza y muchos pibes ya no necesitan comer en la escuela. A pesar de que los más desechados, los más excluidos, han empezado a volver. Por pura necesidad.

Un perfecto círculo de falacias que quedará tatuado en el plato escaso, como la flor tribal en la piel.

Y empezamos a tener miedo. Mucho miedo. De que al futuro le duela la panza con el dolor de los nueve millones.

Y que al final, tenga las alas demasiado flaquitas como para llegar hasta aquí.

Gentileza de: Agencia Pelota de Trapo
http://www.pelotadetrapo.org.ar/

martes, 13 de abril de 2010

La APDN volvió a la radio!

Desde la semana pasada, el espacio de la APDN retomó su actividad en el programa de radio "Rap - colectivo de colectivos" que se emite de lunes a viernes de 10 a 12 hs. por Radio Futura (90.5). Podés escuchar la columna de la asamblea todos los miércoles desde las 10 de la mañana sintonizando el dial 90.5 o por internet (radiofuturalaplata.blogspot.com) para seguir compartiendo y denunciando lo que sucede con la niñez en nuestro país.

PARTE 1


PARTE 2

miércoles, 7 de abril de 2010

Investigan penalmente al servicio zonal de minoridad de La Plata

El Defensor Penal Juvenil de La Plata Julián Axat presentó una denuncia para que se investigue al servicio de minoridad zonal de La Plata, dependiente del Ministerio de Desarrollo Humano provincial, por el presunto abandono de una menor de quince años quien hace cuatro que vive en la calle, registra dieciséis ingresos en comisarías locales y “la única respuesta estatal es y ha sido policial”, según se desprende del documento al que accedió Diagonales. La presentación fue realizada tras una advertencia de la Defensora Ciudadana de La Plata, María Monserrat Lapalma.

En la denuncia presentada ante la fiscalía penal en turno de La Plata se requiere que se cite a declarar a la Directora del Servicio Zonal de Minoridad de La Plata, Alicia Paroni.
Pero en la denuncia también se apunta a otros sectores del Estado provincial y municipal ya que se le pide a la Municipalidad de La Plata y al Ministerio de Desarrollo Social bonaerense “que acompañe copia de la documentación existente” en las dependencias “respecto de las intervenciones realizadas” a favor de la menor, cuyos datos se mantienen en reserva.

Axat sostuvo en la denuncia que no puede “más que concluir la existencia de una grave ausencia u omisión por parte de los servicios encargados de recibir las derivaciones policiales”. El funcionario basa esta conclusión en que “los registros dan cuenta de fallas en los sistemas de contención social” que impiden ver “intervenciones activas, estrategias de seguimiento” sobre casos de jóvenes “con vulneración de sus derechos y que viven” en las calles de La Plata.

Historia. La chica hoy tiene 16 años y está encerrada en un instituto penal. En su informe psicológico la perito advierte que M.A. (las iniciales de su nombre y apellido) procede de “una familia pobre y numerosa”, asentada en la localidad de Punta Lara.

Sus recuerdos dan cuenta de “una madre fuerte pero desapegada”. Cuando se le preguntó por sus vivencias de niña “enumera situaciones de extrema violencia” ya que estuvo expuesta a “todo lo que una menor en estas condiciones límites puede vivir”. La perito detalla que la chica fue blanco de “abandono, maltratos, abuso sexual, explotación laboral, humillación y adicción”.

Pese a este panorama su apuesta a la vida “es positiva”. Durante las entrevistas la joven expresó: “yo quiero cambiar, no me quiero drogar más, quiero terminar la escuela y dejar esta vida que me perjudica”. M.A aseguró que quiere ser maestra jardinera.

Sobre la situación de encierro que vive la joven, la perito concluyó que “no es una medida preventiva” ya que “sumaría más castigo al de haber nacido pobre, mujer, sin derechos y sin chance”.

La profesional recomendó que se trabaje en relación al fortalecimiento de vínculos con los adultos, que se le brinde una oportunidad educativa y que se atienda de modo “urgente” el problema de adicciones al consumo de drogas que padece la joven.

Fuente:Diario Diagonales
Buenos Aires, Míercoles 7 de abril de 2010

lunes, 5 de abril de 2010

Carta Abierta a los Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Pcia. de Bs As

A los Señores Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires

Presidente Dr. Luis Esteban Genoud, Vicepresidenta Dra. Hilda Kogan, Ministro Decano Dr. Héctor Negri, Ministro Dr. Eduardo Julio Pettigiani, Ministro Dr. Eduardo Néstor de Lázzari, Ministro Dr. Daniel Fernando Soria y Ministro Dr. Juan Carlos Hitters

De nuestra mayor consideración:

La Asamblea Permanente por los Derechos de la Niñez, en nuestro carácter de organización no gubernamental de atención a la niñez, y miembro del Consejo Local de Promoción y Protección de los Derechos de los niños, niñas y jóvenes de la ciudad de La Plata (arts. 7 de la Ley 13.298 y art. 15 del Decreto Reglamentario 300/05), y demás organizaciones abajo firmantes, nos dirigimos a Ustedes en el marco de la acción de hábeas corpus preventivo y colectivo impulsada por el Sr. Defensor Oficial a cargo de la Unidad Funcional de Defensa Nº 16 del Fuero de la Responsabilidad Juvenil de la ciudad de La Plata, Dr. Julián Axat, en razón de que se encuentra en riesgo la vida y la integridad física y psíquica de muchos de los niños, niñas y jóvenes con los que trabajamos cotidianamente.

En el sentido indicado, dicho Habeas Corpus se presentó a favor de los niños, niñas y adolescentes del Departamento Judicial de esta ciudad, como consecuencia de la implementació n de prácticas policiales, arbitrarias e inconstitucionales, que se realizaron bajo las supuestas figuras legales de “contravenciones”, “detenciones por averiguación de identidad”, aprehensiones injustificadas (a posteriori registradas como “entrega de menor”) y “pedidos de paradero” o “captura” sin su debida actualización.

En el mes de Octubre del año 2008 el Juez titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 1, Dr. Luis F. Arias, resolvió hacer lugar al hábeas corpus de referencia, declarando la inconstitucionalida d del Decreto-Ley Nº 8.031/73 y del art. 15 de la Ley Nº 13.482 en base al nuevo bloque normativo que rige la materia vigente en el país y en la provincia (Leyes 26.061, 13.298 y 13.634) sustentado en los principios de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño (art. 75 inc. 22 de la CN).

Dicho fallo ha sido revocado por mayoría, por la Sala I de la Cámara de Apelaciones y Garantías en lo Penal, de la ciudad de La Plata, por considerar en lo sustancial que "es allí donde se encuentra el meollo de la cuestión a resolver, pues al haber asignado el a quo a la petición en tratamiento el carácter de hábeas corpus colectivo preventivo tiene que analizarse la viabilidad de tal instituto, pues el mismo tiene entre sus exigencias para su procedencia que la amenaza de la libertad locomotiva que se pretende revertir sea cierta y no conjetural o presuntiva, concreta e inminente. Y ello advierto no ocurre en el caso donde el accionante ha interpuesto una acción en forma potencial y genérica, pretendiendo de tal modo la declaración en abstracto de inconstitucionalida d de normas de naturaleza provincial y limitadas al Departamento Judicial de La Plata" (Vide voto del doctor Soria).

Es en ese preciso punto en que sostenemos que de ningún modo se trata de argumentos “potenciales o genéricos”, sino todo lo contrario. En efecto, desde la conformación de esta Asamblea, hemos sido y somos testigos de:

1 – Que se realizan detenciones ilegales de niños y niñas en situación de calle en la ciudad de La Plata.

2 – Que en la mayoría de dichas detenciones no se notifica a los defensores de menores y jueces de garantías en turno, lo que impide el debido control de la justicia.

3- Que en una gran cantidad de casos las detenciones son acompañadas por torturas tales como: golpes, apremios, insultos y vejaciones.

4 – Que generalmente los niños son encerrados junto con adultos, esposados, y por un tiempo mayor al permitido para la detención de adultos (12 horas).

5 – Que en muchos casos no se les permite a los niños el derecho a llamar a personas de su confianza, es decir, que se los mantiene incomunicados.

6 – Que los niños y niñas de los barrios del distrito sufren la misma gravedad en cuanto a persecuciones, detenciones ilegales y torturas por parte de la policía, según constatan las organizaciones que componen esta Asamblea. Convirtiéndose estos en crímenes aún más silenciados e invisibilizados por los medios de comunicación y el poder político.

7 – Que, como es de público conocimiento, los niños y niñas pobres son los más vulnerables ante las redes delictivas policiales, ya que mucho de ellos son reclutados para cometer delitos a cambio de dinero o el suministro de drogas. Y que cuando ellos/as quieren salir de ese círculo o no aceptan ingresar en él, son amenazados, golpeados, asesinados o desaparecidos, como sucedió con Luciano Arruga en Lomas del Mirador.

Por otra parte, del encuentro de las diversas organizaciones firmantes, conocemos fehacientemente que los casos de violencia institucional contra la niñez no son casos excepcionales. Sino que se trata de un sistema complejo configurado en torno a normas formales e informales de cuya integración práctica resulta la denunciada violación sistemática de normas de raigambre superior, en tanto como mencionamos, se vulneran derechos humanos indispensables de uno de los sectores sociales más vulnerables, sometidos a condiciones de violencia y pobreza extrema, como son los niños y niñas que viven en situación de calle en la ciudad de La Plata y alrededores.

Este sector social, paradójicamente resulta especialmente resguardado por la Convención Internacional de los Derechos del Niño, suscripta por el Estado Argentino en el año 1990, incorporada a nuestra Carta Magna en el año 1994, así como la normativa Nacional (ley 26061) y Provincial (Leyes 13298 y 13634), normas legales todas ellas que se han adecuado de manera efectiva a los parámetros exigidos por la comunidad internacional.

En efecto, los hechos descriptos resultan violatorios de los principios constitucionales y de derechos humanos recogidos por la Convención sobre los Derechos del Niño. Entre los que se encuentran el principio de especialidad, en nombre del cual, resulta exigible la capacitación especial de los funcionarios policiales, y fundamentalmente, en relación con los centros de detención, es decir, la detención de un adolescente no puede ejecutarse en establecimientos comunes.

Por otra parte, la detención de jóvenes sólo procede sin orden judicial, en los supuestos que taxativamente establece la ley (tentativa de delito, flagrancia o fuga) y debe ser utilizada como medida de último recurso y extenderse durante el menor tiempo posible (art. 37 inc. b) CIDN). Cuando el adolescente es detenido debe ser inmediatamente presentado ante el juez competente y se le debe notificar en forma inmediata o en el tiempo más breve posible, a sus padres o a sus tutores (Reglas de Beijing, Regla 10.1). También se le debe permitir al adolescente en el plazo más breve posible, una entrevista con su abogado defensor y el contacto con su familia (art. 37 inc. d) CIDN).

El presunto infractor no debe ser alojado en una comisaría en ningún momento y debe estar separado de las personas adultas (art. 37 inc. c) CIDN). A menos que contraríe su interés superior como así también debe contar con toda la asistencia necesaria, aparte de los servicios jurídicos (art. 37 ind. d) CIDN).

Por su parte, la provincia de Buenos Aires prohibió expresamente la incomunicació n del adolescente, y estableció la obligación de las autoridades de anoticiar en forma inmediata a los padres o responsables del joven, a la vez que deben ser informadas las autoridades judiciales.

Asimismo, es menester resaltar la interpretació n que de dichas garantías hiciera el máximo tribunal de la Nación, en el fallo “Verbitsky, Horacio s/ Hábeas Corpus”, en el año 2005, así como la doctrina de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso “Bulacio vs. Argentina, en el año 2003”, en función de todo lo cual, es posible afirmar que las detenciones policiales sub examine, realizadas a estos niños y niñas constituyen violaciones a la Convención Internacional de los Derechos del Niño, y por tanto son inconstitucionales e implican el desconocimiento de la obligación de progresividad que se encuentra en cabeza del Estado Argentino, como uno de los principios clave del sistema de Derechos Humanos.

Siguiendo con el razonamiento expuesto, la Corte Interamericana en el caso conocido como “Chicos de la Calle”, sienta las bases en relación a la responsabilidad en que incurren los Estados parte, ante la comunidad internacional, al hacer caso omiso a las normas y obligaciones antes aludidas, cuando toleran el maltrato y las detenciones arbitrarias de los niños y niñas en situación de calle por parte de las fuerzas policiales.

En el caso de mención, la Corte, afirmó:

“A la luz del art. 19 de la Convención Americana la Corte debe constatar la especial gravedad que reviste el que pueda atribuirse a un Estado Parte, en dicha Convención el cargo de haber aplicado o tolerado en su territorio, una práctica sistemática de violencia contra niños en situación de riesgo. Cuando los Estados violan, en esos términos, los derechos de los niños en situación de riesgo, como los “niños de la calle”, los hacen víctimas de una doble agresión. En primer lugar los Estados no evitan que sean lanzados a la miseria privándolos así de unas mínimas condiciones de vida digna, e impidiéndoles el “pleno y armonioso desarrollo de su personalidad” a pesar de que todo niño tiene derecho a alentar un proyecto de vida que debe ser cuidado y fomentado por los poderes públicos para que se desarrolle en su beneficio y en el de la sociedad a la que pertenece. En segundo lugar, atentan contra su integridad física, psíquica y moral y hasta contra su propia vida.”

En síntesis:

Como adelantamos, en el trabajo que llevamos adelante como organizaciones de niñez, somos testigos de que se encuentra en riesgo la vida y la integridad física y psíquica de estos niños y niñas, que de ningún modo es potencial sino cierto e inminente, y que resulta una consecuencia de la situación de pobreza extrema que padecen y que los compele a trabajar y/o vivir en la calle.

Que los miembros de la policía bonaerense que los detienen arbitrariamente lo hacen bajo algunas consignas políticas de “limpieza de la zona céntrica”, amparándose en figuras contravencionales que permiten sostener prácticas abusivas, y claramente violatorias de Derechos y Garantías constitucionales de los niños y niñas en riesgo.

Que la estigmatizació n que padecen estos niños y niñas, por parte de los medios de comunicación masiva, y los adultos responsables de su inclusión social, refuerza el sistemático castigo que reciben por parte de las fuerzas de seguridad en total desmedro de su condición de niños y sujetos de derechos y por tanto de su interés superior.

Reiteramos: ESTOS NIÑOS NO poseen condiciones de vida que les permita el desarrollo de una vida digna, no TIENEN VIVIENDA, ALIMENTACIÓN ADECUADA, ACCESO A LA SALUD, EDUCACIÓN, RECREACIÓN, entre otros derechos VULNERADOS.

Garantizar estos derechos es responsabilidad del Estado, en todos sus órdenes: ejecutivo, legislativo y judicial, así como del resto de la comunidad que debe exigir la efectiva puesta en marcha de las normas que los amparan.

Lo que está sucediendo en las calles y los barrios de La Plata es responsabilidad de las instituciones estatales, tanto la implementació n de la Ley 13.298 de “Promoción y Protección Integral de los Derechos de los Niños”, por parte de la Dirección de Niñez de la Municipalidad de La Plata y el Servicio Zonal de la Subsecretaría de Niñez del Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, cuanto el control de legalidad de las prácticas policiales por parte del Poder Judicial y el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, bajo directa responsabilidad del gobernador Daniel Scioli.

Por tanto, solicitamos que los elementos que poseemos como organizaciones que trabajamos con el sector social que se encuentra bajo análisis, sean tenidos en cuenta al momento de decidir.

Esto es así, porque, sostenemos que el modo de modificar la condición real de estos niños, niñas y jóvenes no depende exclusivamente del reconocimiento legal, pues en el caso de la provincia de Buenos Aires, las normas jurídicas los colocan por encima de todos los sectores sociales a quienes debemos proteger. Sin embargo, sabemos que dichas normas dependen de manera directa de la interpretació n que de ellas hacen quienes tienen en sus manos los casos concretos (policías, jueces, abogados y adultos en general), quienes deben adecuar sus prácticas para hacer efectivas las normas supralegales mencionadas, y evitar aquellas que los pongan en riesgo. Por esos motivos, es que consideramos imperiosa la necesidad de acercarles nuestras inquietudes y elementos que consideramos irrefutables, en cuanto ponen de manifiesto la sistemática violación de los derechos de los niños y niñas en situación de calle en la ciudad de La Plata.

Por todo lo expuesto, nos ponemos a su disposición para el caso de que así lo consideren pertinente y esperamos una adecuada interpretació n de las normas constitucionales invocadas, en razón de que se encuentra en juego el control de los actos de gobierno en relación con la vida de nuestros niños y niñas, y por ello, del fortalecimiento de nuestra democracia.

Asamblea Permanente por los Derechos de la Niñez

Contacto de prensa: Carola 0221-15-5366596
Lola: 0221-15-5050804

Adhesiones:apdnlaplata@gmail.com

viernes, 2 de abril de 2010

Vidas Jugadas

Por Claudia Rafael

(APe).- El Chipi tiene la vida jugada desde hace rato. No hay horizontes detrás de sus ojos. Cuando mira, no ve. Hace rato que dejó de ver. A lo mejor por temor a verse. Por espejarse en los horrores del camino en el que fue siempre una piedrita que rodaba más y más hacia los abismos.

Se para frente al mundo como en un pedestal y prepotea la vida para imponerse y no exhibir su fragilidad. Esa que le nació, tal vez, aquel día en que apenas tenía 8 años y el viejo le dijo “vení, ya sos un hombre. Vas a hacer de campana”. No sabe cómo pero el tiempo pasó y ya tiene 14 ó 15. A veces ni él lo recuerda.

Es una estadística el Chipi. Uno de tantos. Un número al que nadie registra. Porque el tiempo que fue transcurriendo, a ritmo distinto que en los demás, le fue devorando las ganas y opacando los ojos. Esos que alguna vez supieron ser almendrados y luminosos. Pero ya no. Hoy suele asemejarse a un fantasma que deambula sin rumbos ni metas.

La primera vez fue como un flash. Sintió que era mago y marionetero al mismo tiempo. Que se olvidaba de todo y recordaba cosas que quizás ni siquiera habían existido. El paco lo enamoró. Como un amor gitano que le devoró el cerebro. Como tantas veces, se dejó subyugar por la necesidad de evadir la casa, el barrio, su gente, el viejo, la calle, la vida entera y aspiró hondo de la bolsita.

Pero el paco es otra cosa. El Chipi dice que siente que le salta el corazón o a veces se le detiene. Que la adrenalina le corre por el cuerpo y se asusta de todo. Y al mismo tiempo escucha los sonidos de las hojas que se desprenden de los árboles como queriéndose ir del mundo. Como le pasa al Chipi pero él no puede. En esos momentos piensa que la muerte lo espera y le abre los brazos entonces se entrega. Pero no. Extrañamente sigue viviendo. Entonces recae a pocos segundos de que el efecto se le diluya porque de otro modo la tormenta lo baña de una angustia insoportable. No más de cinco minutos y de vuelta a clamar por más y más en un círculo imparable.

Pedro Saposnik, director del Hospital Penna, dijo alguna vez que “los chicos se dan cuenta que se están muriendo de a poco y algunos no lo pueden soportar, no pueden esperar a verse morir y lo hacen ellos mismos rápido, suicidándose”.

A pibes como el Chipi y los miles de Chipi que deambulan por los arrabales de la vida les dicen “San la Muerte”. Por esas flacuras extremas y esos rostros demacrados. Con los sueños vendidos al primer mercader de cada esquina.

Alguna vez, Pity Alvarez, de la banda Intoxicados, contó que “la pasta base puede ser tu patrona. No la puedo dejar y es un garrón. No soy libre. Se me van las ganas de hacer música y de acariciar a mis perros. No puedo parar y es como estar muerto”.

Eduardo Laborato, referente de Sedronar, advirtió -junto a las Madres del Paco- que “cuando hablamos de drogas, decimos que siete de cada diez niños con una adicción, muere”.

La muerte se los lleva demasiado pronto. Sin dejarles saborear de la vida los manjares más bellos. Jugar a la pelota. Saltar la soga. Treparse a un árbol. Desgajar una naranja y reirse a las carcajadas hasta que la panza duela. Comer un chocolate o correr bajo la lluvia hasta desfallecer de pura felicidad.

Siete de cada diez adictos no sabrán lo que es tener un hijo ni sabrán de utopías y de caricias. El Chipi puede ser uno de esos siete. Y él lo intuye. Por eso vuelve una y otra vez más sobre ese veneno maldito que le intoxica la sangre y le destruye las palabras y el pensamiento. Siempre regresa y esas ínfimas partículas le deshacen los pulmones hasta transformarlos en náuseas que buscan el afuera.

Son los excluidos de los excluidos. Las últimas piezas de un sistema se van derrumbando en un proceso de enorme violencia. Los 90 democratizaron en vastos sectores infinitas indignidades. Y se impuso un estado social en el que con extrema perversidad se asoció el círculo represivo y el disciplinamiento social. Se llenaron los barrios más pobres de esa droga barata y cruenta que fulmina a los pibes impiadosamente. Y la ecuación es perfecta: encerrarlos o matarlos. Con la bala o con la droga.

La socióloga Alcira Daroqui escribió que “se expanden el tráfico y el consumo de drogas en los sectores más pobres, lo que también puede ser entendido o al menos debería ser analizado como otra estrategia de gobernabilidad en clave de neutralización e incapacitación de esos sectores”.

Siete de cada diez. Setenta de cada cien. Setencientos de cada mil. Se van cayendo por los acantilados de la vida como las piezas de un dominó malvado parido bajo los efectos de la inequidad. Son los residuos. Los sobrantes. Los sin retorno. Son la resaca del sistema que es necesario desactivar sin miramientos. Y la disyuntiva es tajante: disciplinarse o morir.

Gentileza de: Agencia Pelota de Trapo
http://www.pelotadetrapo.org.ar/

Debate contra el Nuevo Código Contravencional

El debate se realizó el lunes 22 de Marzo, en el marco de la jornada contra el código realizada en Plaza San Martín, frente a Gobernación.


Debate contra un nuevo Código Contravencional
Audios de la charla:

Roberto Cipriano - Comité Contra la Tortura






Nilda Eloy - Asociación de Ex Detenidos desaparecidos






Anatilde Senatore - Docente UNLP





Audio publicado por Juaco ((i)) en Argentina Indymedia (( i )) (10.6 mebibytes)

Podés leer la crónica sobre el desarrollo de esta actividad. Además está disponible la intervención de La Cantora sobre la huelga de hambre de los privados y privadas de la libertad, como así también la palabra de compañerxs de la Asamblea Justicia por Sandra.
Click Aquí


Más información: noalcodigodescioli.blogspot.com